Debido
a la situación extraordinaria que se está atravesando a nivel mundial, en
nuestro país, la coyuntura actual en donde se ha decretado una cuarentena
obligatoria ha generado la consecuente suspensión de las clases en todos los
niveles educativos. Por
lo cual los docentes nos hemos visto en la necesidad de arbitrar los medios y
recursos necesarios para mantenernos en contacto con nuestros alumnos, y
continuar las clases de otro modo. Esto ha generado que se deba recurrir a la
virtualidad como una forma privilegiada de trabajo. El Covid-19 vino a romper con
la vida tal y cual la conocíamos, la educación no está fuera de esa ruptura,
nos encontramos con un cambio de paradigma forzado por lo menos en materia educativa, pero que puede ser de mucha
utilidad a la hora de quebrar viejas estructuras.
Cuando en las plenarias nuestros directivos nos hablaban de habilitar nuevos espacios de encuentro con nuestros alumnos, ligados por ejemplo al uso de las TIC's, muchos de nosotros nos resistíamos, me incluyo, debido a que, hablo en mi caso particular, sentíamos miedo al cambio, a no estar a la altura del desafió pedagógico. Pero hoy lo necesitamos urgentemente.
Uno de los miedos principales es la ignorancia con respecto al uso de determinados software, si yo no se como se usan, ¿cómo voy a enseñarles a los chicos? Creo que la solución está en empezar de a poco, tratando de entender lo más sencillo, comenzar por usar las herramientas de Office, como Word, Paint, Power Point e ir incluyéndolas en nuestras clases, probar que los alumnos nos envíen algún que otro trabajito por mail, compartir trabajos con nuestros colegas en Google Drive o crear en esa misma aplicación un documento colaborativo con los chicos. Para ello hay que insistirle a nuestros alumnos que tengan una cuenta de Gmail.
Aunque parezca extraño, hay muchas cosas que damos por sentado sobre nuestros alumnos, y que no son realmente así, por ejemplo, el hecho de que todos sepan enviar un mail. Esto es una falacia, ya que me he cruzado en mi vida docente, con chicos que no poseen cuenta de mail activa y no saben ni siquiera redactar un mail. La brecha digital es cierta, el capital cultural con que llegan nuestros alumnos a las aulas no es el mismo, y nos vamos a encontrar con diferencias enormes entre ellos. A esto se le suma el hecho de que muchos de nuestros chicos no tienen computadora en su casa, o no tienen acceso a Internet (ni siquiera en nuestras escuelas podemos terminar de solucionar esta cuestión)
Debemos enseñarle también a nuestros alumnos el correcto uso de los buscadores de información, como ejemplo me ha pasado, reemplazar y que una simple consigna sobre "buscar en Google noticias sobre el poder judicial, ejecutivo y legislativo de nuestro país" se convierta en un caos total. Los alumnos no sabían que existía una pestaña llamada "noticias", tampoco agregaban la palabra "Argentina" a la búsqueda, lo que hacía que me mostraran noticias de España, Perú, Paraguay, etc, ¿Se imaginan ese tiempo perdido invertido en hacer una búsqueda efectiva?
Podemos además animarnos a tener un Blog (en este caso yo armé el mio hace unos años ya) es útil para volcar nuestras ideas, esos papelitos que tenemos sueltos en la cabeza. En mi caso lo uso como una especie de bitácora, y como una forma de compartir conocimiento, recursos, estrategias, metodologías y experiencias. Considero que todos los profesores deberíamos tener nuestra bitácora web, así podríamos dejar nuestra pequeña huella más allá de nuestras aulas, extender la educación más allá de las fronteras de nuestras escuelas, ya que para eso fuimos formados.
Ahora me encuentro en un desafío, incorporar forzadamente herramientas virtuales, como hacia alusión en el primer párrafo. Por lo que voy a tomar el coraje de filmarme con la pequeña cámara de mi celular para grabar las explicaciones de determinados temas para mis alumnos. Lo primero que voy a decir es que no me gusta mi voz y tampoco soy fotogénica, lo cual me genera mucha incomodidad para la filmación, ya que los videos (algo a lo que nuestros pibes están muy acostumbrados) generan una gran exposición, pero voy a buscar el momento ideal, ropa clara, una botella de agua y el ambiente con luz y silencio, la carpeta a mano para no perderme y finalmente tratar de que todo sea lo más espontáneo posible, al fin y al cabo somos profes, no somos modelos. Ese video irá a Youtube para luego poder compartirlo en Classroom.
Últimamente esta última es mi herramienta favorita, ya que me permite crear aulas virtuales para subir el material y los trabajos para mis alumnos. El inconveniente es el que ya les mencioné, algunos de mis alumnos no cuentan con un Gmail, ya que no tienen celular o computadora, en algunos casos usan el de sus padres, en otros, reciben el material de parte de sus compañeros mediante los grupos de Whatsapp. Se hace lo que se puede en tiempos de brecha digital y tecnológica. El panorama ideal sería otro.
Por ahora me hallo en fase de "investigadora de nuevos recursos", admiro mucho a esas profes super tecnológicas que se conocen muchas aplicaciones y trabajan con ellas en el aula, a mi sinceramente todavía me cuesta, pero bueno, como dije antes, el Covid vino a romper estructuras, nosotros tenemos que ayudar un poquito a esa ruptura.
Abajo les dejo una imagen de las aulas virtuales que estoy utilizando en Classroom, cada una para un curso en particular. Voy a seguir intentando a ver que sale.
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